4.10.05

Una curiosidad

En Una mirada a la oscuridad (P. K. Dick) se narra la siguiente situación:

Un hombre está dormido, de pronto despierta en medio de la noche y ve en una de las paredes de la habitación una sucesión de imágenes proyectadas a enorme velocidad. Las imagénes parecen una serie de pinturas abstractas, el hombre cree reconocer un Picasso y un Klee. De pronto recuerda haber visto unas pinturas similares en un museo de Leningrado (ex San Petersburgo, hoy nuevamente San Petersburgo) y concibe la idea de que los rusos le están transmitiendo imágenes a través de alguna transmisión telepática.

Luego descarta la idea pues la cantidad de pinturas que ve (llegan a ser varias miles) la hace inconcebible. Recuerda entonces haber tomado el día anterior ciertas sustancias que podrían tener como efecto secundario la disminución del fluido GABA (sic) del cerebro y que esta disminución podría provocar alucinaciones visuales del tipo de la que está teniendo. Le atribuye finalmente a sus visiones este origen químico.

Lo curioso es que el mismo episodio, narrado casi con las mismas palabras, aparece tanto en Sivainvi, del mismo autor, como en Radio Libre Albemut, también de Dick. Se trata evidentemente de un episodio autobiográfico que lo marcó de tal modo que sintió la necesidad de incluirlo en, al menos, tres de sus novelas.

Nota: Desconozco si realmente existe un fluido GABA y, en caso de existir, si su disminución puede provocar alucinaciones.

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