10.6.12

Las Sirenas de Titán

Las Sirenas de Titán - Kurt Vonnegut Jr. - Minotauro, Argentina, 1979. Título original en inglés: The Sirens of Titan (1959) - Traducción de Aurora Bernárdez.


Resumen: La historia transcurre más o menos en la época actual ("entre la Segunda Guerra Mundial y la Tercera Gran Depresión"), a lo largo de distintos puntos del Sistema Solar. El relato en sí va recorriendo la vida de tres personajes, que paso a describir:

Winston Niles Rumfoord: Rumfoord es un millonario, un hombre poderoso, inteligente e instruido que, en algún momento anterior al comienzo del relato, ha descubierto la existencia, cerca de la órbita de Marte, de un "infundibulum crono-sinclástico". "Infundibulum", según el libro (y el traductor de Google lo confirma), significa "embudo" en latín; "crono", desde luego, tiene que ver con el tiempo; no estoy seguro de lo que significa "sinclástico", pero, traducido a un lenguaje más en uso en la ciencia ficción actual, un "infundibulum crono-sinclástico" sería una singularidad espacio-temporal.

Descubierto el infundibulum, Rumfoord hace construir una nave y, con la sola compañía de su perro Kazak, se introduce en él. Como consecuencia de este acto temerario, tanto Rumfoord como su perro quedan esparcidos a lo largo de una espiral espacio-temporal que conecta el Sol con la estrella Betelgeuse. Desde entonces, cada vez que un cuerpo del Sistema Solar intercepta esa espiral, Rumfoord y Kazak se materializan (en carne y hueso) en la superficie de ese cuerpo celeste.

En la Tierra, Rumfoord aparece cada 59 días y cada materialización dura más o menos una hora. En todos los cuerpos del Sistema Solar en los que Rumfoord se materializa el período entre una aparición y otra es siempre constante (aunque esa constante varía de un cuerpo a otro), así como es constante el tiempo que permanece en él cada vez (aunque también esa constante cambia de un cuerpo a otro).

En la Tierra, Rumfoord aparece siempre en los que solían ser los terrenos de su mansión. Pero nadie puede verlo, porque su esposa (¿o su viuda?) ha hecho construir alrededor de esos terrenos un muro infranqueable. Todos saben que allí Rumfoord se materializa, saben cuándo y por cuánto tiempo, pero nadie ha sido jamás testigo presencial del fenómeno. La historia comienza, precisamente, en el momento previo a una de esas materializaciones, a la que, por primera vez (y en secreto) una persona ha sido invitada a asistir. Esa persona es nuestro segundo personaje: Malachi Constant.

Malachi Constant: Según el libro, su nombre significa "mensajero fiel" (no he podido corroborarlo). Malachi es hijo de un hombre que ha hecho fortuna (mucha fortuna) de un modo muy extraño.

Noel Constant, el padre de Malachi, tomó una vez una Biblia y agrupó sus letras de a pares. El texto de la Biblia (en inglés) comienza así: "In the beginning God...", que, de a pares, da IN-TH-EB-, etc. Noel buscó entonces compañías que tuvieran esas iniciales: International Nitrate, Trowbridge Helicopters, etc. y compró acciones de ellas, que vendió cuando subieron al doble de precio. No describiré en detalle el sistema (que reservo para mí, para hacer mi propia fortuna), pero basta decir que la compraventa de acciones, guiado siempre por los pares de letras de la Biblia, le permitió a Noel Constant fundar una enorme empresa (Magnum Opus) que manejaría inversiones por miles de millones de dólares.

Sin embargo, Noel jamás se daría la vida de un millonario. Nunca dejó de vivir en una pequeña habitación en un hotel de tercera, donde engendraría a un único hijo (Malachi, desde luego) a quien vería sólo una vez, en una entrevista de una hora de duración. En esa única entrevista Noel le revelaría a su hijo el secreto de su fortuna y le daría un único consejo (¿cuál consejo? Para saberlo, tendrán que leer el libro). Poco después de esa entrevista Noel muere.

Malachi sí hace uso y abuso del dinero ganado por su padre (cuyo sistema de inversiones sigue funcionando maravillosamente). Malachi vive de fiesta en fiesta, rodeado de lujo, mujeres, etc. Su lema es: "Supongo que hay alguien allá arriba a quien le gusto". Y es este Malachi, famoso playboy millonario, quien es invitado (a pedido del propio Rumfoord) a asistir a una de las no menos famosas materializaciones.

Durante el tiempo que dura la materialización Rumfoord le dice a Malachi que su estado en forma de espiral espacio-temporal le permite conocer el futuro. Predice entonces que Malachi viajará a Marte, que en Marte se casará con su esposa (es decir Malachi se casará con la esposa, o viuda, de Rumfoord), que tendrá un hijo con ella, que luego viajará a Mercurio, después a la Tierra y posteriormente a Titán. Malachi niega que nada de eso vaya a suceder, pero Rumfoord dice que es inevitable.

Terminada la entrevista, Malachi empieza a dedicar todos sus esfuerzos al objetivo de evitar que se cumplan las predicciones de Rumfoord. Pero, al igual que Edipo en su momento, todo lo que hace para evitar su destino solamente sirve para precipitarlo. Y en ese destino (la predicción de Rumfoord no lo decía) Malachi perderá su fortuna, su memoria y su cordura.

Salo: El tercer personaje es el único no humano de la historia. Salo es nativo de un planeta muy lejano, ubicado en otra galaxia. Es un robot biológico (un ser vivo, pero creado artificialmente) prácticamente inmortal (su edad actual se mide en millones de años).

Salo fue enviado desde su planeta de origen como portador de un mensaje destinado a los habitantes de otra galaxia lejana, pero que no es la nuestra. Hace algunos cientos de miles de años, apenas un ratito en la percepción de Salo, éste viajaba por aquí, por la Vía Láctea, camino a su verdadero destino, algunas galaxias más allá, cuando al pasar cerca del Sistema Solar su nave sufrió un desperfecto. Es así como Salo debió hacer un aterrizaje de emergencia en Titán.

Salo pide auxilio a su planeta y como las comunicaciones son dificultosas, sus jefes le responden de un modo indirecto: influyen en las mentes primitivas de los habitantes de un planeta cercano para que estos hagan grandes construcciones de piedra que Salo podrá ver con su telescopio. Esas construcciones deletrearán, en el idioma de Salo, los mensajes de respuesta. Ese planeta, desde luego, es la Tierra y Stonehenge, por ejemplo, no es más que lo que quedó de uno de esos mensajes.

En realidad, y ése es el quid de la novela, toda la historia humana (toda, completa, incluida la vida de Noel Constant y su hijo, la de Winston Rumfoord, la de ustedes, la mía, etc.) no es más que un enorme plan de los jefes de Salo para lograr que éste reciba en Titán el pequeño repuesto que necesita para su nave vuelva a funcionar. "Dios existe", dirá una religión que creará Rumfoord, "pero no le importa lo que nos suceda", un buen resumen de la idea.

No diré más de la historia, para que los lectores tengan la oportunidad de disfrutarla por sí mismos. La novela es ya un clásico, disfrutable, poética por momentos, bien escrita, pero que en cada lectura me ha dejado siempre una cierta sensación de futilidad y tristeza.

[Leí por primera vez este libro hace ya mucho tiempo, gracias a una recomendación de Jaime Poniachik. Esta reseña es, entonces, un pequeño aunque sincero homenaje a su memoria, a casi un año de su partida.]

2 comentarios:

Cities: Moving dijo...

Yo diría que has destripado completamente el libro sin dar aviso de spoiler, ¡eso no se hace!

Gustavo Piñeiro dijo...

Tal vez sea conveniente que no vuelvas a leer este blog.