9.10.05

Pórtico

Pórtico – Frederik Pohl – Ultramar Ediciones, Barcelona, 1987. Título original: Gateway; año 1977. Traducción de Pilar Giralt y María Teresa Segur.

Debo admitir mi debilidad por aquellos relatos en los que el lector debe participar activamente en la construcción de la trama. Libros en los que el argumento no se desarrolla linealmente, sino que es expuesto como un rompecabezas cuyas piezas deben ser encajadas adecuadamente. Particularmente disfruto los libros en los que esas piezas van continuamente hacia adelante y hacia atrás en el tiempo, y en los que la exposición de las consecuencias precede a la exposición de las causas.

Pórtico es un ejemplo muy bien logrado de este tipo de construcción. El primer capítulo nos ubica en el “presente”, el siguiente nos lleva al “pasado”, el tercero vuelve al “presente” y así sucesivamente en un devenir fluido y uniforme. En el camino vamos descubriendo (y construyendo) paulatinamente la personalidad y la biografía de Robinette Broadhead, el protagonista de la novela, un hombre torturado por la culpa.

Resumen: La acción transcurre en el futuro cercano, en el contexto de una Tierra superpoblada y acosada por el hambre y en la que una minoría rica y afortunada goza de todos los privilegios (bueno, no hay que ir al futuro para ver esa situación). Algunos años antes del momento en que comienza la acción, unos exploradores descubren en Venus unas instalaciones alienígenas abandonadas milenios antes por sus creadores, una raza tecnológicamente muy adelantada a la que bautizan “los Heechee”. Aunque muchos de los artefactos hallados allí son misteriosos y su uso es incomprensible, el resto de la tecnología Heechee le permite a los terrestres desarrollar nuevas formas de comunicación, de aprovechamiento de la energía etc.

El más importante de todos los descubrimientos es Pórtico, un asteroide lleno de naves Heechee capaces de viajar a mayor velocidad que la luz. Los humanos aprenden a poner en marcha las naves, pero no a controlar o predecir el destino o la duración del viaje. De todos modos, cientos de aventureros se arriesgan en estas naves en viajes de exploración al azar buscando “tesoros” Heechee que los hagan ricos, aunque la mayoría de las veces sólo encuentran la decepción o la muerte.

Pórtico tiene mucho que ofrecer a los buscadores de mensajes ocultos, hermanos de aquellos que pasan hacia atrás las cintas musicales en búsqueda de mensajes satánicos. Por ejemplo, para llegar a Pórtico se debe pagar un pasaje bastante caro (no cualquiera puede entrar al paraíso), una vez allí debe pagar un impuesto diario y quien no logra hacerlo es arrojado al espacio (el capitalismo en su mayor expresión). El mismo Robinette Broadhead parece el ideal del American dream: un muchacho que nace en la pobreza y que, por su propio esfuerzo, acaba millonario (no estoy revelando ningún dato esencial de la trama al decir esto).

En lo personal, Pórtico me parece una novela interesante, bien escrita y con muchas buenas ideas, y que he leído y releído con placer. Pedir o buscar más que una lectura placentera sería, en mi opinión, exceder el marco de lo que la literatura de Ciencia Ficción es.

Nota final: Aunque la historia narrada en Pórtico cierra perfectamente en sí misma, Pohl escribió tres novelas que continúan la historia: Tras el incierto horizonte, El encuentro y Los anales de los Heechee, las cuales comentaré más adelante.

No hay comentarios.: