13.4.07

Ender (1)

El juego de Ender – Orson Scott Card – Nova, Buenos Aires, 1989 (1º edición de 1987) – Título original: Ender’s Game, año ¿1977? Traducción: José María Rodelgo, Antonio Sánchez.

(Originalmente El juego de Ender fue un cuento o novela corta, posteriormente el autor la transformó en una novela. El año de 1977 señalado más arriba entre signos de pregunta es el año de escritura del cuento, el año de nacimiento del personaje y su historia, no tanto del libro en sí.)


Resumen: La historia transcurre en nuestro Sistema Solar (la mayor parte en una base en órbita terrestre, casi todo el resto en un asteroide) en el siglo XXII.

Más o menos un siglo antes del comienzo de la historia, la Humanidad ha sufrido dos invasiones alienígenas. En ambos casos los invasores fueron los insectores, seres cuyo aspecto parece una mezcla entre humano e insecto (de allí su nombre) que atacaron el Sistema Solar sin previo aviso y sin intentar ningún tipo de comunicación con los humanos (después se sabrá que esta falta de intento de comunicación no era deliberado y que tenía una explicación muy plausible).

La Primera Invasión (siempre mencionada con mayúsculas en el libro) fue pequeña, apenas una avanzada exploratoria y fue rechazada con mucho esfuerzo (pues los insectores tenían una tecnología y una estrategia bélica muy superiores a la humana). La Segunda Invasión fue más numerosa, con intenciones de conquista y colonización y fue rechazada apenas por los pelos sólo gracias al genio (más bien a la suerte) de Mazer Rackham, considerado un Héroe de la Humanidad.

Entre una y otra invasión han pasado algunas décadas, pues la historia transcurre en un universo cuasi-einsteniano en el que las naves están sometidas a las limitaciones que marca la Teoría de la Relatividad, aunque la información puede viajar de modo instantáneo entre lugares separados por decenas de años luz de distancia. En el momento en que comienza el relato la Humanidad está esperando, y se está preparando militarmente, para aforntar la Tercera Invasión, que todos suponen que sucederá pronto.

Pero Mazer Rackham ya no está entre nosotros (o así parece) y se necesita un nuevo genio que dirija las naves humanas. Un proyecto militar de largo plazo tiene como objetivo hallar (o crear) a ese genio de la estrategia. Debe ser un niño, pue sólo un niño tiene la capacidad de aprendizaje y la rapidez de reflejos necesarias, y debe tener una gran capacidad de empatía, de identificación con el otro ("conoce a tu enemigo" decía Sun Tzu), pero una empatía tan grande no puede evitar transformarse en amor por lo que la tercera característica de este genio es que debe tener la agresividad suficiente como para destruir aquello que ama.

Los hijos de la familia Wiggin parecen reunir las características adecuadas. Pero Peter, el mayor, es demasiado agresivo y Valentine, la menor, es demasiado compasiva. Se le permite entonces a los Wiggin tener un tercer hijo, con la esperanza de que logre el equilibrio necesario entre amor y agresividad. El dato de que es el tercer hijo de la familia no es menor, pues estamos en un tiempo en el que la superpoblación de la Tierra ha impuesto la prohibición de tener más de dos hijos. Sólo la dispensa especial del gobierno permite el nacimiento de este niño, quien será, por ese motivo, discriminado y segregado (señalado con el mote de Tercero, un insulto en los tiempos en que la historia transcurre).

Así es que nace Andrew Wiggin, a quien su hermana Valentine, por la imposibilidad de pronunciar bien su nombre, llamará Ender. Y Ender Wiggin (tal como se hará llamar a sí mismo) tiene el equilibrio justo entre empatía y agresividad, entre amor y odio, como para transformarse en el genio militar que guiará a los ejércitos humanos en su guerra contra los insectores. Amor suficiente para conocerlos y aprender de ellos, agresividad suficiente para destruirlos, amor para llorar por ellos. Estas contradicciones internas cruzarán todo el tiempo por la mente de Ender y enriquecerán al personaje elevando la novela por encima del simple relato bélico.

Gracias a Ender, en la Tercera Invasión la Humanidad vence tan completamente a los insectores que los estos son exterminados por completo (o así parece). El exterminio de los insectores será un crimen que pesará en la conciencia de Ender y, durante milenios, en la conciencia de la Humanidad toda.

El exterminio de los insectores abre sus mundos coloniales a la Humanidad, que los ocupa y puebla. La novela termina con Ender como gobernador de uno de esos mundos coloniales, escribiendo allí un libro en el que cuenta la verdadera historia de sus antiguos enemigos. Cuenta allí que los insectores eran una raza telepática, por lo que nunca conocieron la radio ni otros métodos de comunicación electromagnética. Que como nosotros no somos telépatas, ellos creyeron que no éramos inteligentes, que éramos meros animales con capacidad de construcción (como las hormigas o las abejas) y que de habernos sabido inteligentes, nunca nos habrían atacado. Ender publica este libro anónimamente, firmando solamente como el Portavoz de los Muertos. Este libro (cuyo autor nadie sabe que es el propio Ender) dispara la culpa en la Humanidad, quien llorará también la muerte (la conveniente muerte) de los insectores. Esta culpa será uno de los temas centrales en las tres novelas que continúan la historia y que comentaré por aquí en breve.

1 comentario:

* dijo...

Nunca había leído nada de ciencia ficción, pero un amigo me prestó este libro, y me encantó. Me leí la saga completa en menos de dos semanas, me gustó muchísimo. Además, siendo que el primer libro es pura ciencia ficción, no te esperas que el resto de la saga sea una serie de reflexiones metafísicas.
Una gran saga, la verdad, y, además, me ha empujado a indagar un poco más en el tema de la ciencia ficción.