1.11.06

El Mundo del Río

A vuestros cuerpos dispersos – Philip José Farmer – Ultramar, Barcelona, 1985 – Título original: To your scattered bodies go; año 1971. Traducción: Domingo Santos. (He visto algunas ediciones más antiguas de este libro en el que el título es diferente, algo así como Una segunda oportunidad, no lo recuerdo con precisión.)

El fabuloso barco fluvial – Philip José Farmer – Ultramar, Barcelona, 1989 – Título original: The fabulous riverboat; año 1971. Traducción: Domingo Santos.

El oscuro designio – Philip José Farmer – Ultramar, Barcelona, 1989 – Título original: The dark design; año 1977. Traducción: Domingo Santos.

El laberinto mágico – Philip José Farmer – Ultramar, Barcelona, 1989 – Título original: The magic labyrinth; año 1980. Traducción: Domingo Santos.

Dioses del Mundo del Río – Philip José Farmer – Ultramar, Barcelona, 1989 – Título original: Gods of Riverworld; año 1983. Traducción: Domingo Santos.

El Mundo del Río y otras historias – Philip José Farmer – Ultramar, Barcelona, 1989 – Título original: Riverworld and others stories; año 1979. Traducción: Domingo Santos.

(Hace pocos años se hizo una miniserie para televisión basada en esta historia, pero que es muy inferior a los libros en calidad narrativa.)


En un futuro más o menos lejano, en un lugar remoto e indefinido de la Galaxia, un planeta ha sido completamente reformado hasta quedar convertido en un interminable valle fluvial. Un lago circular rodea el Polo Norte de ese mundo y en el centro del lago, en una isla cubierta por brumas perennes, se alza la torre metálica que es morada y centro de control de los creadores y gobernantes del mundo.

En ese lago circular nace un río, el Río.

Desde su nacimiento el Río corre recto hacia el sur (impulsado su caudal por máquinas ocultas en el fondo) a lo largo de un estrecho valle flanqueado por montañas inaccesibles. Poco antes de llegar al Polo Sur, el Río gira 180º y vuelve a correr paralelo a sí mismo hacia el norte, hasta llegar casi al lago que lo vio nacer, aunque antes de llegar a él gira otra vez 180º. Vuelve entonces a correr hacia el sur, hasta llegar casi al otro Polo. Y así sigue y sigue corriendo el Río, de norte a sur y de sur a norte, dibujando líneas paralelas, hasta cubrir completamente la superficie del globo y desembocar finalmente, tras millones de kilómetros de recorrido, a muy poca distancia de su lugar de nacimiento.

En ese valle estrecho e interminable, rodeado por montañas inaccesibles, han sido resucitados todos los seres concientes que hayan muerto sobre la Tierra en algún momento entre la más lejana prehistoria y principios del siglo XXI. Resucitados no por efecto de alguna acción sobrenatural, sino por acción de una tecnología extraordinariamente avanzada, que a nuestros ojos primitivos parece magia. En su inmensa mayoría los resucitados son seres humanos, pero hay también algunos hombres de neandertal y otros seres, emparentados o no tanto, con los humanos.

Todos, todos los que alguna vez vivieron sobre la Tierra están allí: Beethoven, Picasso, Gandhi, Nerón, Calígula y así en una lista interminable (aunque ninguno de los que acabo de mencionar aparece explícitamente en el relato), incluso usted, lector, y yo.

Todos resucitan a la vez, completamente desnudos. La edad aparente de todos los resucitados es de unos 25 años (en realidad sólo son resucitados los que murieron después de cumplir los 5 años de edad -el destino de los niños muertos antes de esa edad es develado en algún momento de la trama- quienes murieron entre los 5 y los 25 años reviven con la edad que tenían al morir y envejecen normalmente hasta alcanzar los 25 años, momento en el que el envejecimiento se detiene.) Todos renacen sin pelo, que luego les crecerá, aunque a los hombres no les crecerá la barba.

Todos renacen con sus enfermedades y deformidades (al menos las físicas) curadas. Allí estará, por ejemplo, María Antonieta con su cabeza restituida (aunque tampoco aparece explícitamente en el relato). Todos los hombres renacen circuncidados y todos, hombres y mujeres, son estériles (bueno, tal vez sólo los hombres o sólo las mujeres). Pero, aunque libres de enfermedades y de la vejez, los hombres resucitados no están exentos de morir por muerte violenta y quienes mueren en el Mundo del Río resucitan al día siguiente en otro punto, elegido al azar, del valle.

Para completar el cuadro sólo falta decir que cada Lázaro llega al Mundo del Río con un cilindro de metal atado al brazo. Estos cilindros están diseñados para ser colocados en unas piedras gigantescas con forma de hongo, que están situadas regularmente a lo largo de todo el Río. Tres veces al día, las piedras emiten una descarga gigantesca de energía. Si un cilindro es colocado en la piedra en ese momento, la energía emitida es transformada en materia, la cual toma la forma de bebida, comida, tabaco, toallas e incluso drogas, que el interesado puede consumir tras abrir el cilindro. Por lo demás, el Mundo del Río no ofrece a sus habitantes ninguna tecnología. Sólo piedras, bambú y hojas para construir chozas, canoas y otros utensilios primitivos.

Éste es el planteo general, el escenario en el que transcurre el relato, el que se desarrolla a lo largo de cinco novelas. Esas novelas son los cinco primeros de los libros mencionados en el encabezamiento de esta entrada. El sexto de los libros allí mencionados contiene una novela corta cuya acción transcurre también en el Mundo del Río, aunque no es parte de la línea principal de la historia.

Resumen: El primer libro, A vuestros cuerpos dispersos, comienza con la resurrección simultánea de toda la Humanidad en el Mundo del Río. La acción sigue de cerca a Richard Francis Burton, el explorador y lingüista inglés del siglo XIX, descubridor de las fuentes del Nilo y traductor de las Mil y Una Noches. Burton es el verdadero protagonista de la historia, si es que puede hablarse de protagonismos en un relato que abarca cuatro novelas y cientos de personajes, entre los que aparecen Cyrano de Bergerac, Mark Twain, Mozart, Juan sin tierra (el hermano malo de Ricardo Corazón de León), Tom Mix, Jack London y hasta el mismo Jesucristo, entre otros, incluido el propio Farmer, en la forma del personaje Peter Jairus Frigate (en uno de los prólogos, Farmer niega que él sea Peter Jairus Frigate, pero es difícil creer en esa negativa).

Burton se adapta rápidamente a las condiciones del nuevo mundo y pronto construye un barco en el que, viajero incansable, tratará de llegar a las fuentes del Río. Con el tiempo, Burton es contactado por El Extraño, un miembro de la raza que construyó el Mundo del Río. El Extraño le dice que el Mundo ha sido construido con fines perversos, que no es una segunda oportunidad para los humanos, sino meramente un experimento, en el que todos los terrestres juegan el papel de ratas de laboratorio. El Extraño, dice, ha contactado a otros y todos juntos, llegado el momento, tomarán por asalto la torre del Polo Norte y se harán con el control del Mundo.

En el segundo libro, el Extraño logra que un meteorito ferroso cruce las defensas orbitales e impacte contra el Mundo del Río. De este modo el hierro llega a un planeta que, hasta ese momento, manejaba una tecnología del Neolítico. Gracias a ese hierro, Mark Twain, otro de los contactados por El Extraño, logrará construir un barco fluvial par viajar a las fuentes de El Río.

En el tercer libro son dos los barcos, enemigos irreconcilaibles, los que viajan por el Río separados por cientos de miles de kilómetros. Burton, Frigate, Twain, Bergerac y casi todos los demás protagonistas viajan en uno u otro de ellos. Finalmente, tras muchas peripecias y hasta una batalla aérea, un reducido grupo de humanos logra llegar a la torre del Polo Norte, donde se develarán finalmente los misterios planteados ¿Quién construyó el Mundo del Río? ¿Con qué fin? ¿Qué destino le espera a la Humanidad allí? Todas esas preguntas tendrán respuesta en los dos últimos libros de la serie.

Un relato largo y complejo, tan complejo como la obra de ingeniería que describe. Una historia llena de flujos y reflujos y caminos secundarios. Un relato fascinante, un Río fascinante.

Pregunta filosófica: ¿Es verdad que cada hombre ha sido resucitado? ¿O la verdad es que han sido creados otros seres quienes tienen todos los recuerdos de los muertos en la Tierra? Es decir ¿está allí Gandhi o solamente un ser humano que cree ser Gandhi, que tiene toda la memoria de Gandhi, pero que no es Gandhi? La pregunta es planteada en el primero de los libros, y es allí respondida. (Aunque la respuesta es, hay que decirlo, un poco tramposa.)

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