4.1.10

Embajada Alienígena

Embajada Alienígena - Ian Watson - Ultramar Editores, Barcelona, 1990 - Título original: Alien Embassy; año 1977. Traducción de Alberto Solé.


Resumen: La acción transcurre en la Tierra en el año 2170 (es decir, dos siglos en el futuro, según la perpectiva del autor). A fines del siglo XX la sociedad industrial colapsó y del caos resultante ha surgido un nuevo orden social en el que ya no existen gobiernos nacionales, ni políticos, ni ejércitos. La superpoblación ha sido eliminada gracias a un eficiente control de la natalidad, no hay hambre, ni guerras y ya no hay contaminación ni explotación indiscriminada de los recursos naturales. La gente vive existencias sencillas y felices en pequeñas aldeas de las que nunca salen. En apariencia, tal vez, una utopía.

Este "milagro" se ha logrado gracias a la ayuda de alienígenas de otras estrellas. Y no es que hayan viajado hasta nosotros físicamente (o que nosotros hayamos viajado hasta ellos). La comunicación es mental, gracias a la proyección del cuerpo astral.

En el universo de este relato, el yoga, la astromancia (la proyección del cuerpo astral), la acupuntura y otras disciplinas orientales son en realidad instrucciones que los alienígenas nos han estado enviando telepáticamente durante siglos (y que durante siglos fueron mal comprendidas) para que aprendamos a entrar en contacto con ellos. Cuando finalmente esas instrucciones fueron entendidas, los alienígenas nos enseñaron Ecología Social, la disciplina que logró sanear la Tierra.

Son tres las especies alienígenas que están en contacto con nosotros, pero no todos los humanos tienen la capacidad de entrar en comunicación con ellos. Las personas con las habilidades adecuadas son buscadas a lo largo de todo el mundo y reunidas en sendas "embajadas alienígenas" desde las que la comunicación se produce (siempre son parejas las que se comunican pues es sólo durante el acto sexual que se libera la energía suficiente para establecer la comunicación).

Todo el sistema de comunicación alienígena es controlado por el Bardo (siglas en ingés de Oficina para la Investigación Astromántica y la Organización del Desarrollo), que actúa a la vez como gobierno mundial, y cuya estructura parece inspirada la China maoísta. El Bardo mantiene un estricto control y es, en realidad, una tiranía ¿benevolente? que no admite disidencias (los pocos disidentes son desterrados a la Antártida).

La protagonista y relatora de la historia es Lila Makindi, una joven africana que es encontrada apta para realizar viajes astrales. El relato acompaña a Lila en sus primeros años, su descubrimiento por los funcionarios del Bardo en su aldea de África y su entrenamiento para entrar en contacto con los alienígenas del planeta Asura.

Pero pronto Lila descubre por accidente que tales alienígenas no existen, que se trata sólo de una fachada para que la gente no conozca la cruda y desesperante verdad: que el Bardo lucha una guerra sin cuartel por la supervivencia de la raza humana (y que, como padre benevolente, el oculta esta verdad, que los probres seres comunes no podríamos soportar).

Sabemos luego (como sabe Lila) que la guerra es también una fachada y que el objetivo real del Bardo (un objetivo que sólo una reducida élite conoce) es muy diferente: no es la comunicación con alienígenas pacíficos, ni es la guerra. Es un objetivo que, a la larga, terminará con la especie humana.

Aunque por momentos la novela es, para mi gusto, demasiado discursiva (largos párrafos explicando teorías físicas o filosóficas, que podrían ser dosificados en una novela más larga, donde los conceptos se "vean" en lugar de ser explicados), la verdad es que se trata de un libro bastante bueno. Una pregunta queda flotando en la mente del lector (reforzada, tal vez inútilmente, por el epílogo de la novela): no hay hambre, no hay guerras, no hay contaminación, pero ¿vale la pena?

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